Documenta Catholica Omnia
Non nobis, Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam


Index Verborum:     especias


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Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos a un Religioso para Alcanzar la Perfecion

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos copiados por Magdalena del Espiritu Santo

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos por la Madre Maria de Jesus

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos procedentes de Antequera

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos recogidos por la edicion de Gerona

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico Espiritual A

§ 15.6

Este adobado vino es otra merced muy mayor que Dios algunas veces hace a las almas aprovechadas, en que las embriaga en el Espíritu Santo con un vino de amor suave, sabroso y esforzoso, por lo cual le llama vino adobado; porque así como el vino adobado está cocido con muchas y diversas especias olorosas y esforzosas, así este amor, que es el que Dios da a los ya perfectos, está ya cocido y asentado en sus almas, y adobado con las virtudes que ya el alma tiene ganadas; el cual, con estas preciosas especias adobado, tal esfuerzo y abundancia de suave embriaguez pone en el alma en las visitas que Dios la hace, que con grande eficacia y fuerza la hace enviar a Dios aquellas emisiones o enviamientos de alabar, amar y reverenciar, etc., que aquí decimos, y esto con admirables deseos de hacer y padecer por él.

§ 15.6

Este adobado vino es otra merced muy mayor que Dios algunas veces hace a las almas aprovechadas, en que las embriaga en el Espíritu Santo con un vino de amor suave, sabroso y esforzoso, por lo cual le llama vino adobado; porque así como el vino adobado está cocido con muchas y diversas especias olorosas y esforzosas, así este amor, que es el que Dios da a los ya perfectos, está ya cocido y asentado en sus almas, y adobado con las virtudes que ya el alma tiene ganadas; el cual, con estas preciosas especias adobado, tal esfuerzo y abundancia de suave embriaguez pone en el alma en las visitas que Dios la hace, que con grande eficacia y fuerza la hace enviar a Dios aquellas emisiones o enviamientos de alabar, amar y reverenciar, etc., que aquí decimos, y esto con admirables deseos de hacer y padecer por él.

§ 15.10

Y porque estos amantes viejos no tienen la suavidad radicalmente en el sentido, no traen ya ansias y penas de amor en el sentido y alma; y así, estos amigos viejos por maravilla faltan a Dios, porque están ya sobre lo que los había de hacer faltar, que es sobre el sentido inferior, y tienen el vino de amor, no sólo ya cocido y purgado de hez, mas aun adobado con las especias que decíamos de virtudes perfectas, que no le dejan malear como el nuevo.

§ 25.4

Porque aspirar en el alma es infundir en ella gracia, dones y virtudes; y aspirar por el alma es hacer Dios toque en las virtudes y perfecciones que ya le son dadas, renovándolas y moviéndolas de suerte que den de sí admirable fragancia y suavidad; bien así como cuando menean las especias aromáticas, que, al tiempo que se hace aquella moción, derraman la abundancia de su olor, el cual antes no era tal ni se sentía en tanto grado.

§ 25.4

Porque las virtudes que el alma tiene en sí adquiridas no siempre las está ella sintiendo y gozando actualmente; porque, como habemos dicho, en esta vida están en el alma como flores cerradas en cogollo, o como especias aromáticas cubiertas, cuyo olor no se siente hasta que las descubren y mueven, como habemos dicho.

§ 25.5

Pero algunas veces hace Dios tales mercedes al alma esposa, que aspirando con su Espíritu divino por este florido huerto de ella, abre todos estos cogollos de virtudes y descubre estas especias aromáticas de dones y perfecciones y riquezas del alma, y abriendo el tesoro y caudal interior, descubre toda la hermosura de ella.

§ 25.8

Y por ser esto tan necesario y de tanto bien y gloria para el ánima, la esposa lo deseó en los Cantares (Ct 4, 16) y lo pidió, diciendo: Surge, aquilo; et veni, auster, perfla hortum meum, et fluent aromata illius; y es todo lo que habemos dicho en esta canción hasta aquí, y quiere decir: Levántate, cierzo, y vete; y tú, ábrego, viento suave y provechoso, ven y corre y aspira por mi huerto; y correrán sus olorosas y preciosas especias.

§ 25.9

Y así también la esposa en los Cantares (Ct 6, 1), como quien tan bien sabe la condición del Esposo, dice ella por estas palabras: Dilectus meus descendit in hortum suum ad areolam aromatum, ut pascatur in hortis, et lilia colligat, que quiere decir: Mi Amado descendió a su huerto, a la erica y aire de las especias aromáticas olorosas, para apacentarse en los huertos y coger lirios para sí.

§ 26.4

Llámala hermana y esposa porque ya lo era en el amor y entrega que le había hecho de sí antes que la llamase a este estado de espiritual matrimonio, donde dice que tiene ya segada su olorosa mirra y especias aromáticas, que son los frutos de las flores ya maduros y aparejados para el alma, los cuales son los deleites y grandezas que en este estado de sí la comunica, esto es, en sí mismo a ella: y por eso él es ameno y deseado huerto para ella.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico espiritual B

§ 16.5

Porque aspirar en el alma es infundir en ella gracia, dones y virtudes, y aspirar por el alma es hacer Dios toque y moción en las virtudes y perfecciones que ya le son dadas, renovándolas y moviéndolas de suerte que den de sí admirable fragancia y suavidad al alma; bien así como cuando menean las especias aromáticas, que, al tiempo que se hace aquella moción, derraman la abundancia de su olor, el cual antes ni era tal ni se sentía en tanto grado.

§ 16.5

Porque las virtudes que el alma tiene en sí, adquiridas o infusas, no siempre las está sintiendo y gozando actualmente; porque, como después diremos, en esta vida están en el alma como flores en cogollo cerradas, o como especias aromáticas cubiertas, cuyo olor no se siente hasta ser abiertas y movidas, como habemos dicho.

§ 16.6

Pero algunas veces hace Dios tales mercedes al alma Esposa, que, aspirando con su Espíritu divino por este florido huerto de ella, abre todos estos cogollos de virtudes y descubre estas especias aromáticas de dones y perfecciones y riquezas del alma, y, manifestando el tesoro y caudal interior, descubre toda la hermosura de ella.

§ 16.9

Que, por ser esto tan necesario y de tanta gloria y bien para el alma, la Esposa lo deseó y pidió por los mismos términos que aquí, en los Cantares (4, 16), diciendo: Levántate de aquí, cierzo, y ven, ábrego, y aspira por mi huerto, y correrán sus olorosas y preciosas especias.

§ 16.10

La cual condición nota muy bien la Esposa en los Cantares (6, 1), como quien tan bien la sabe, por estas palabras, diciendo: Mi Amado descendió a su huerto, a la erica y aire de las especias odoríferas, para apacentarse en los huertos y coger lirios.

§ 20.6

Esposa, que ya he segado mi mirra con mis especias olorosas.

§ 20.6

Llámale hermana y esposa, porque ya lo era en el amor y entrega que le había hecho de sí antes que la llamase a este estado de matrimonio espiritual, donde dice que tiene ya segada su olorosa mirra y especias aromáticas, que son los frutos de las flores ya maduros y aparejados para el alma, los cuales son los deleites y grandezas que en este estado de sí la comunica, esto es, en sí mismo a ella; y por eso, él es ameno y deseado huerto para ella.

§ 23.7

Este adobado vino es otra merced muy mayor que Dios algunas veces hace a las almas aprovechadas, en que las embriaga en el Espíritu Santo con un vino de amor suave, sabroso y esforzoso, por lo cual le llama vino adobado; porque, así como el vino adobado está adobado y cocido con muchas y diversas especias olorosas y esforzosas, así este amor, que es el que Dios da a los ya perfectos, está ya cocido y asentado en sus almas y adobado con las virtudes que ya el alma tiene ganadas; el cual, con estas preciosas especias adobado, tal esfuerzo y abundancia de suave embriaguez pone en el alma en las visitas que Dios le hace, que con grande eficacia y fuerza le hace enviar a Dios aquellas emisiones o enviamientos: de alabar, amar y reverenciar, etc., que aquí decimos, y esto con admirables deseos de hacer y padecer por él.

§ 23.7

Este adobado vino es otra merced muy mayor que Dios algunas veces hace a las almas aprovechadas, en que las embriaga en el Espíritu Santo con un vino de amor suave, sabroso y esforzoso, por lo cual le llama vino adobado; porque, así como el vino adobado está adobado y cocido con muchas y diversas especias olorosas y esforzosas, así este amor, que es el que Dios da a los ya perfectos, está ya cocido y asentado en sus almas y adobado con las virtudes que ya el alma tiene ganadas; el cual, con estas preciosas especias adobado, tal esfuerzo y abundancia de suave embriaguez pone en el alma en las visitas que Dios le hace, que con grande eficacia y fuerza le hace enviar a Dios aquellas emisiones o enviamientos: de alabar, amar y reverenciar, etc., que aquí decimos, y esto con admirables deseos de hacer y padecer por él.

§ 23.11

De donde, por cuanto estos amantes viejos carecen ya de la suavidad espiritual que tiene su raíz en el sentido, no traen ya ansias ni penas de amor en el sentido y espíritu; de donde estos amigos viejos por maravilla faltan a Dios, porque están ya sobre lo que les había de hacer faltar, esto es, sobre la sensualidad, y tienen el vino de amor no sólo ya cocido y purgado de hez, mas aun adobado, como se dice en el verso, con las especias que decíamos de virtudes perfectas, que no le dejan malear como al nuevo.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico espiritual CA

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cautelas

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Dichos de luz y amor

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Epistolario

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Grados de Perfecciòn

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    La Subida del Monte Carmelo

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Llama de Amor Viva A

§ 3.1.24

Y esto es figurado por aquellas doncellas que fueron escogidas para el rey Asuero (Et. 2, 24; 12, 4), que, aunque las habían sacado de sus tierras y de la casa de sus padres, todavía antes que llegasen al lecho del rey las tenían un año (aunque en el palacio) encerradas, de manera que el medio año se estaban disponiendo con ciertos ungüentos de mirra y otras especias, y el otro medio año con otros ungüentos más subidos; y, después de esto iban al lecho del rey.

§ 3.1.27

Cuanto a lo primero, es de saber que, si el alma busca a Dios, mucho más la busca su Amado a ella; y si ella le envía a él sus amorosos deseos, que fe son a él tan olorosos como la virgulica del humo que sale de las especias aromáticas de la mirra y del incienso (Ct. 3, 6), él a ella le envía el olor de sus ungüentos, con que la trae y hace correr hacia él (Ct. 1, 3), que son sus divinas inspiraciones y toques; los cuales, siempre que son suyos, van ceñidos y regulados con motivo de la perfección de la ley de Dios y de la fe, por cuya perfección ha de ir el alma siempre llegándose más a Dios.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Llama de Amor Viva B

§ 0

Cuanto a lo primero, es de saber que, si el alma busca a Dios, mucho más la busca su Amado a ella; y si ella le envía a él sus amorosos deseos, que le son a él tan olorosos como la virgulica del humo que sale de las especias aromáticas de la mirra y del incienso (Ct. 3, 6), él a ella le envía el olor de sus ungüentos, con que la atrae y hace correr hacia él (Ct. 1, 2­3), que son sus divinas inspiraciones y toques; los cuales, siempre que son suyos, van ceñidos y regulados con motivo de la perfección de la ley de Dios y de la fe, por cuya perfección ha de ir el alma siempre llegándose más a Dios.

§ 0

Porque este recuerdo es un movimiento que hace el Verbo en la sustancia del alma, de tanta grandeza y señorío y gloria, y de tan íntima suavidad, que le parece al alma que todos los bálsamos y especias odoríferas y flores del mundo se trabucan y menean, revolviéndose para dar su suavidad, y que todos los reinos y señoríos del mundo y todas las potestades y virtudes del cielo se mueven.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Noche Oscura

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Otras del mismo a lo divino

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Que va por super flumina



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